Ir a comprar el pan para mi papá. Es que nosotros vivíamos en lo alto de una loma muy empinada, y la panadería quedaba abajo de la misma, así que todas las tardes me tocaba bajarla (fácil) y luego subirla (fatal). Así que cada vez que mi papá me llamaba por las tardes, ya sabía para que era y empezaba a renegar.
No me gustaba nada cuando era niña comer sopa, vegetales, potaje de garbanzos o de chícharos (guisantes). La sopa sobre todo la odiaba -todavía recuerdo con escalofríos las zanahorias dentro de la sopa, puajj. Lo curioso es que ahora me gustan-, sólo me comía los fideos. Los potajes de garbanzos o de chícharos tenían que hacérmelos en crema, pasados por la batidora, para que los comiera; y luego de que mi madre aprendió a hacer crema de chícharos a la que luego le agregaba leche, mantequilla, queso rallado y jamón picadito (ella la llamaba crema de San Germán aunque creo que la receta real de esta crema es diferente), ya no los quise de ninguna otra forma. Y los vegetales... tardé muchos años hasta poder sentarme frente a un plato de ensalada con gusto. No me gustaba el sabor de ninguno excepto el aguacate.
Es que nunca he soportado, ni en la infancia ni hoy en día, la sensación de
cositas pequeñas o "disonantes" en la boca como las semillas de la
guayaba o de las uvas, algo duro en el arroz, un huesito suelto en un
caldo, un poquito de nata en la leche, o las cáscaras de las legumbres
en los potajes. Tropezar con algo de esto, algo que no debe estar ahí, puede hacerme perder del todo el apetito, ¡en serio! Por eso era tan "mona" con la comida en la infancia... Ahora me controlo un poco mejor :P
Tampoco me gustaba bañarme. Y no es que no me gustara el baño en sí, sino que me parecía una pérdida de tiempo. Yo quería jugar, leer o hacer cualquier otra cosa y si entraba a bañarme me parecía que toda la diversión del mundo quedaba del otro lado de las puertas del baño. Demoraba todo lo posible la hora de entrar a bañarme, y salía lo más rápido que podía :)
Hoy me sentí como el Gordi de los Goonies, confesando mis pecados de infancia, jajajaja!
Detestaba ir a la casa de la tía de mi papá porque me apretaba las mejillas y me decía "chechi"... que furia que me daba!
ResponderEliminarY detestaba comer polenta...nada en el mundo me podia hacer tragar esa pasta amarilla horripilante...
Parece que todos tenemos recuerdos relacionados con la comida Ceci, por cierto, ¿qué es la polenta?
EliminarQuerida Loly... la polenta es una comida de origen italiano (un influencia casi monopolica en nuestra gastronomia)... consiste en un preparado a base de harina de maiz que se come sobre todo en invierno, con salsa de tomates, bolognesa o simplemente con mucho queso. Siendo el maiz de origen americano, imagino que algo similar debe haber en el resto de América, pero habria que averiguar como se llama... yo he comido en Venezuela algo similar que lo hacen con la famosa harina PAN...
EliminarEs la comida tipica de la gente de escasos recursos porque es muy barata y da mucha energia, por eso aca a alguien con fuerza o empuje le decis que "tiene polenta"
Vos, por ejemplo, que salis a la vida todos los dias a pelearla, a laburar y a luchar por el bienestar de tus hijas aca serias catalogada como "una mina muy polenta" :D
La polenta se parece a la harina de la isla, que se hace con harina de maiz y agua, a veces salada, a veces dulce. A mí me encantaba!
EliminarCeci fui a google a buscar la polenta y me encontré no sólo con el potaje con queso, sino una serie de platos más, incluído una especie de cake.
EliminarSaludos de Loly la polentosa :D
Detestaba probarme ropa. Mi abuela me llevaba a la casa de la costurera a mandarme a hacer ropa y era quitate ropa, midete con el centimetro, la costurera que no se por que siempre tenia las manos frias, y cdo pensaba que ya estaba pues venga otra pieza de ropa...esta vez quizas pantalones..y otra vez pruebate ropa...ponle alfileres y quitatela despues con alfileres y todo!!!Aun hoy me desespera probarme ropa en las tiendas!!!!
ResponderEliminarYo le tengo terror a los alfileres Karelia, y de niña hacía mil contorsiones para esquivarlos cuando me hacían ropa. Aún ahora, cuando me prueban ropa a medio confeccionar tengo muchísimo cuidado en no pincharme con alguno.
EliminarYo también! Y para colmo, mi madre era costurera. Ella me hacía la ropa. Ay, esos alfileres!
EliminarMi mamá también me hacía la ropa Elena, otra coincidencia más!!!
EliminarLoly, yo creo que nos separaron al nacer, jajaa!
EliminarDetestaba, y aún me duele el craneo de recordarlo, cuando mamá me peinaba, como tenía y sigo teniendo tanto cabellos, me lo recogía en dos trenzas, tan apretadas que me hacía gritar, tan fuerte que todo el vecindario sabía cuando me estaban peinando, pero mamá apretaba y apretaba, cuanto mas gritaba mas apretaba, cada vez que me estoy peinando recuerdo mi infancia y por supuesto a mi madre, el peluquero siempre escucha mis quejas con paciencia.
ResponderEliminarPara que Loly cuando recuerde esa subida por la loma y la recuerde con agradecimiento, le diré que ello contribuyó a ese cuerpo que tiene y conserva.
Ylba seguramente mi hija Daniela te entiende, no le hago trenzas muy apretadas, pero su cabello es muy ondulado y se le enreda mucho, así que te imaginarás los gritos que pega cada vez que la peino.
EliminarAl fin un punto de vista positivo para esa loma atormentadora, lo tendré en cuenta jajajaja.
Eso a mi madre le duró poco... Tuve el cabello largo hasta segundo grado y eran tantas mis peleas por no peinarme, que terminó por cortármelo :)
EliminarSe ve que desde pequeña ya eras Pelusita Elena :D
EliminarMUY pelusita, sí, para desesperación de mi madre, jajaja!
EliminarMe chocaba que me pusiera a aprender poesáis y declamarlas!
ResponderEliminarHuy por suerte eso nunca me pasó Aarón. ¿Te las hacían aprender en la escuela?
EliminarNo, Loly, ¡En casa!
EliminarJajajajaja no me lo hubiera imaginado :D
EliminarAarón, que al que no quiere caldo dicen que le dan tres tazas! Cómo es que has terminado dedicado a la poesía ?
EliminarElena yo también era muy quisquillosa a la hora de comer, y comía realmente poco para desesperación de mi mamá, que me atiborraba de vitaminas :)
ResponderEliminarLo curioso, Loly, es que nunca he comido poco, jajajaja!
EliminarIr a hacer mandados, como les decíamos, nunca me molestó. Era una oportunidad de salir a jugar :)
Creo que tuve una infancia muy feliz, pese a los problemas entre mis padres, a la escasez que vivimos cuando se separaron, yo no tengo un recuerdo de algo que no me gustara.
ResponderEliminarPero leyendo a Elena, pienso que detestaba tomar leche, mi mamá trataba de dármela de diferentes maneras pero yo la devolvía, hasta la fecha no tolero ni el olor. Así que finalmente, ella optó por no obligarme más y esa pelea terminó :)
A última hora recordé otra cosa :P detestaba que me dijeran "eso es cosa de hombres" cada vez que yo intentaba hacer algo. Así que desde pequeña reclamé mis derechos y a muchas luchas me dejaron hacer lo que quería :)
EliminarYa veo cuál es la génesis de tu rebeldía Miriam jajajajaja
EliminarLeche? No me gustaba! La tomaba con café. Pero sola no pude tomarla hasta la adolescencia.
Eliminar¿Te das cuenta Loly? Yo sigo el patrón :P jajaja
EliminarYo no podía tomarla con nada Elena, con el café menos, siento que matan el café al ponerle leche o crema :)
a mí me encanta la leche sola, con café, con chocolate, etc. me fascina, solo que no esté caliente porque se le hace nata y me da asco
EliminarA mí también me encanta la leche Hilda, sola o acompañada. Si está muy caliente tengo que dejar que se enfríe, no por la nata, sino porque soy muy floja para tomar bebidas muy calientes.
EliminarHilda y Loly, recuérdenme cuando estemos juntas que me siente bien lejos de ustedes si se les antoja tomar leche :D
Eliminarok! lo tomo en cuenta sobre todo para agosto!
EliminarA mí ahora me gusta la leche como sea, pero antes no... Es que una va cambiando con el tiempo. Ahora creo que como casi de todo. Excepto bichos y nattou, que son las semillas de soja fermentada, babosas, malolientes y con un sabor horrible, pero que los japoneses comen en sushi porque dicen que tienen muy buenas propiedades medicinales. Casi vomito cuando me hicieron probarla!
Eliminarsacudir el polvo y sigo detestándolo!
ResponderEliminarEsa es una de las labores de la casa que no me molesta Hilda, todas las demás si!!!
EliminarYo tengo mis etapas, Hilda. A veces lo odio y otras no, pero estas últimas son las menos, por suerte, jajaja!
Eliminara mí me gustan las labores del hogar, por lo menos no las hago a disgusto, pero sacudir, lo detesto jajaja
EliminarA mí también me gustan... a veces... cada vez menos, Buahh!
EliminarDetestaba tener que dormirme temprano. Ahora igual, pero estoy trabajando en mejorar esa actitud. ;)
ResponderEliminarPor la hora en que a veces subes tus comentarios en el FB Alex, parece que aún detestas dormir temprano jajajaja.
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