Mil disculpas por favor, a todos quienes hacen el esfuerzo de visitar día a día este blog, y sobre todo a Elena, con quien asumí este compromiso que el día de ayer no pude cumplir. Tuve una jornada intensa que empezó saliendo de casa a las 6 am para tomar un avión y terminó a las 23h45 llegando al fin a casa. Prometo ser más previsora para que esto no vuelva a ocurrir.
Ahora si, respondiendo a la pregunta, le envidio al sexo masculino el poder ir a donde quiera sin mayor temor, a qué me refiero, a que es más seguro para ellos salir a cualquier parte sin el riesgo de ser atacados, o juzgados o criticados. Si un hombre quiere hacer un viaje de mochilero, pues lo hace y ya, con menos riesgos de ser víctima de algún ataque. Si un hombre quiere ir a un bar a tomarse una copa, lo hace y punto. A la mujer que hace eso se le dice que "algo está buscando". Si un hombre abandona su hogar ya no es moticia, es sólo un número más en las estadísticas y nada más. Si una mujer abandona su hogar por poco y se la crucifica.
Definitivamente, mientras haya aún sociedades donde no haya igualdad siempre habrá algo que envidiar a los privilegios del sexo opuesto.
PD: También envidio el que puedan hacer pipí de pie jajajajaja, es que eso evitaría muchas situaciones incómodas en los baños públicos
Esta es una buena pregunta. Siempre he pensado que las mujeres y los hombres somos muy diferentes, y no estoy hablando de lo evidente. Solemos enfrentar las mismas situaciones desde posiciones bien distintas. Lo interesante, sin dudas, es encontrar que en esas diferencias está la base de nuestras semejanzas.
Esta mujer que soy tiende a ver la realidad y a reaccionar ante ella desde el punto de vista emocional, pero los hombres que he conocido y he admirado tienen un eje más bien analítico, son organizados con sus propósitos, se imponen planes y se responsabilizan incluso desde pequeños con sus decisiones. No niego que hay mujeres que lo hacen también pero puedo asegurar que, al menos dentro de las que conozco, son las menos y no me cuento entre ellas.
De los hombres, de los que usan su cerebro, si tienen algo que envidio es su capacidad de análisis.